La razón de nuestra seriedad, es por contraste con el personaje gracioso que animamos cuando actuamos. Si fuésemos así en nuestra vida cotidiana, extravertidos, border, jocosos, despistados, etc., ya nos hubiesen internado. De todas formas, debo reconocer que habitualmente los cómicos solemos ser más serios que el resto, y esto se debe, creo yo, a que permanentemente estamos observando todo lo que nos rodea, para después, elaborar nuestro humor. En efecto, no se puede ser humorista, sin ser observador. Y para logralo, tenemos que alejarnos un poco de nuestras emociones y ser analíticos. Eso, nos hace ver serios y circunspectos. Tenemos que observar mucho a nuestra aldea, y lo que pasa en el mundo, aprovechando el fenómeno de la globalización, para así poder señalar las contradicciones y simpropósitos y toda la amplia gama de estupideces que solemos cometer los seres humanos en algún momento de nuestra existencia. Bueno, pues el cómico hace las veces de recopilador de historias, y las traduce a su propia visión de la vida, a su ideología, y en base a esto, selecciona aquéllo con lo que más se identifica. Lo exagera, le da forma, y lo expone a consideración del público. Pero puedo asegurarles, que todo lo que ustedes ven de un cómico está extraído de la más cruda realidad, o mejor dicho de nuestra percepciòn de la realidad, que suele ser bastante ácida. Los cómicos nos manejamos mucho con el absurdo, con lo ilógico, con lo fantástico, con el grotesco y la exageración, amén de otras consideraciones. Para poder aplicar estos conceptos, forzosamente debemos tener una vision critica de la realidad, y saber distingur lo lógico de lo absurdo, para crear mundos absurdos y delirantes. Si no tuviésemos sentido de lo real, de lo sobrio, de lo normal, de lo corriente, de lo rutinario, de lo aburrido y cotidiano, de lo ceremonioso, de lo que es importante y lo que resulta supérfluo, del sufrimiento y del dolor, de la MUERTE que nos atormenta...cómo podríamos hacer humor?...Bueno, amigos, espero que les haya resultado de utilidad. Nos vemos en la pròxima entrada.
ALFONSO GARCIA LOBATO
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